El 21 y 22 de mayo en La Parrala acogimos las dos partes del espectáculo de microteatro en clave de humor “Equilátero”, presentado por nuestros compañeros de Molécula Escénica: Violeta Ollauri, Francisco Javier de Benito y Jairo Fuentes. Los pases contaron con la representación de las dos partes del espectáculo para algunas de las personas que colaboraron en su elaboración y que después acompañaron a los actores en una visita a los espacios que conforman el Centro. Este proyecto fue una de las diez propuestas galardonadas por la sociedad Promueve Burgos dentro del marco del “Concurso de proyectos culturales Burgos 2031” y relacionado con la candidatura de la ciudad para Capital Europea de la Cultura. En el proyecto participaron tres partes creativas: estudiantes de los institutos San José Artesano, Salesianas, Diego Marín Aguilera, López de Mendoza y Diego Poceros, los talleres de teatro de las Aulas María Zambrano y la Asociación Contra el Cáncer y los talleres del Centro Cívico Gamonal Norte y el Espacio Mayor de Capiscol, la Inteligencia Artificial y, la parte fundamental de este proceso – los actores, sin cuya creatividad el material creado por la IA no habría podido convertirse en la obra que pudimos disfrutar. Los dos espectáculos, “Gloria de su padre” y “Baby Jaimy” nacieron de la estrecha colaboración de los grupos de trabajo que en su totalidad sumaban casi 200 personas. También se contó con la colaboración del artista sonoro belga Erik Niemietz que aportó la necesaria vinculación europea al proyecto mediante la creación de un espacio sonoro único.

La temática de ambas partes del espectáculo, de una duración de 30 minutos cada una, parten de la idea del uso de la Inteligencia Artificial y las consecuencias de ello, tanto a nivel argumental, como en la parte relacionada con la puesta en escena, y resultaron en un debate muy interesante sobre la creatividad, las ideas originales y las posibles limitaciones de la tecnología actual en materia artística. “Gloria de su padre” nace de la colaboración con varios grupos de la tercera edad y está dedicada a la vida de la última reina de Egipto, contada con mucho humor y a la par con todo el rigor histórico posible. “Baby Jaimy” a su vez parte de la colaboración con alumnos de ESO y de la idea de una lucha entre la música clásica y la contemporánea, representados por una secta de adoradores de Mozart y un cantante de reggaetón. También forma parte del argumento la lucha intergeneracional, muy curiosa de ver en escena en presencia de un público tanto adolescente, como de la tercera edad, con sus puntos de vista distintos a la hora de disfrutar y entender la obra.

“Equilátero” también cuenta con la colaboración de la Fundación Círculo y del Centro de Arte Caja de Burgos, en cuyos espacios se pudo ver el estreno de las dos partes, aunque no hay nada más especial que presentar también en casa. Desde La Parrala agradecemos siempre las visitas, pero también el poder compartir con las compañías la alegría de los proyectos que sales adelante con tanto éxito.