Al igual que la ruta de Ronco Teatro, “Rodrigo vs Ruderico”, que pudimos ver a lo largo de todo el mes de julio, agosto nos ha regalado “Katharsis” creado por Molécula Escénica, un recorrido por los interiores y algunos de los exteriores del Teatro Principal. Este espectáculo también forma parte de la programación cultural de la ciudad de Burgos de la que podremos disfrutar hasta diciembre. Actualmente podéis ver “Camino” de la mano Bambalúa en el Monasterio de San Juan, y en octubre arrancará “El mayordomo y la archivera” de Arawake en el Palacio de Castilfalé. Toda la programación de las rutas teatralizadas de este año es fruto del trabajo de las compañías de teatro del Centro de Creación Escénica “La Parrala” y procura acercar la historia y la cultura de Burgos a locales y visitantes de forma amena, divertida, lúdica y, por supuesto, con el teatro como medio para conseguirlo.
En “Katharsis”, Apolo (Fran de Benito), Melpómene (Carola Martínez), Talía (Violeta Ollauri) y Ganímedes (Jairo Fuentes) nos enseñan la historia del teatro como edificio y como disciplina creativa, pero también nos permiten entrar en algunos de los espacios a los cuales el público no suele acceder habitualmente. Gracias a ellos sentimos lo que sienten los artistas al crear una obra nueva, respiramos los nervios y sudores fríos que dejan atrás en los camerinos y vemos a través de sus ojos cuando suben al escenario. El propósito de nuestros protagonistas divinos es salvar al teatro, encontrando lo que falta y averiguando cuál es el problema que atormenta al Principal, ayudados por su botones Ganímedes, quien además de ocuparse de la comodidad de los seres sobrenaturales también realiza el trabajo de escenografía, iluminación y ejerce como técnico de sonido: una labor siempre imprescindible, pero que a menudo se invisibiliza al quedar escondida detrás de las bambalinas.
Nuestra ventura comienza en el Hall donde recibimos a Apolo, dios de las artes, patrón de la belleza, la perfección y la armonía, a Talía, la musa de la comedia, y a nuestra autodenominada drama queen Melpómene, la musa de la tragedia. Ahí el público se encuentra con un Teatro en peligro y con estas figuras sobrenaturales que vienen a socorrerlo, y transita con ellas por todos los espacios en que podría haber surgido el problema: el Salón Rojo, el camerino principal, la sala de ensayos o el escenario del Salón Principal. A la orden de “¡Por el Teatro!” empezamos nuestra búsqueda: un grito casi de guerra, acompañado por un gesto de colocar los brazos en forma de “T” que resulta ser toda una declaración de intenciones.
Recorremos el teatro de forma distinta, cercana e íntima, participando de la narración de una historia lúdica que también depende de la buena disposición y de la colaboración del público. A pesar de ser simples mortales y mansos “corderitos”, en algunos de los momentos clave de la ruta el público tiene el poder por encima de las propias divinidades y de los artistas inspirados que se exponen ante nuestra atenta y crítica mirada. En una hora y cuarto nos convertimos en sus ayudantes a la hora de descalzarse, coperos cuando estén cansados e incluso consortes durante los breves momentos en que se les olvida lo frágil y perecedero que es el tiempo de los mortales. De una forma muy original seguimos las pistas que han dejado el pasado y los actuales habitantes del teatro. Estas pistas no solo sirven de hilo conductor de la visita, sino que también aportan un aire participativo y de Escape Room que resulta todo un éxito, como pudimos comprobar al ver día tras día las entradas agotadas para todos los pases.
El recorrido lleva desarrollándose desde hace un par de años. Nace para el 25º aniversario de la reapertura del Teatro Principal en el año 2022 como parte del Enclave de Calle y a propuesta de la Gerencia de Cultura. Por aquel entonces la obra se llamaba “Inspira y Expira” y se centraba en el deterioro que ha ido experimentando el teatro a lo largo de la historia de la humanidad. La idea de un espectáculo itinerante que dé pie a la visita de algunos espacios menos accesibles del Teatro resultó muy interesante de cara al turismo y la programación cultural de la ciudad y de este modo se ha planteado también este año. “Katharsis” surge de las cenizas de “Inspira y Expira”, añade escenas y personajes nuevos, además de estrenarse en un momento en que el Teatro Principal suele estar cerrado y que resulta ser un refugio climático ideal para un mes tan inusualmente caluroso en Burgos como el que ha sido este agosto.
En las vísperas del Enclave de Calle de este año también cruzamos los dedos para que las rutas se retomen en el futuro y para que, con suerte, tengamos muchas ideas y obras nuevas que surjan de la programación de este hito teatral en 2024.